06: En algún momento del verano del 2007, justo antes
de que Jorge cumpliera los 37 años, me acuerdo que me dijo que el mundo se
había convertido para él en un ámbito excesivamente estrecho. "No salgo de
aquí. Reduje mis dominios a este espacio" - decía mientras abría los brazos sentado en el cuarto que daba a la autopista. Me sorprendía la seguridad con la que me
hablaba, con una voz grave que retumbaba en ese espacio semi vacío. Yo entonces
tenía 27 años, exactamente diez menos que él, y pensaba que esa separación de
edad, tan redonda, era más bien un vínculo entre los dos. Pero aquel verano
antes de que él cumpliera los 37 comencé a sentir todo lo contrario. Aquel
tipo, que durante tantos tiempo había sido algo familiar, alguien similar,
ahora era muy distinto a mí. Tal vez ese sería nuestro nuevo vínculo, pensaba mientras volvía a mi departamento. "De vez en cuando miro por
la ventana. ¿Qué veo? Árboles. Veo árboles" me dijo mientras me reía de él.
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