Te llevaré pero deberás confiar
en mí y cubrirte los ojos.
- No recuerdo pedirte que me
lleves a ningún lado.
- Ja!- contestó atándome el lazo.
Viajé en coche, luego voces incomprensibles
por megáfonos, nuevamente el coche, acelerando valientemente, sirenas, inmediatamente
aire desde el techo. Me alcé y el viento voló mi venda para ver un avión por
encima y una mano desde las ruedas del gigante; sin dudar la tomé. El avión
ascendió levantándome.
Al cerrarse quedó una abertura por
donde distinguí el mar.
Pronto estaremos volando sobre Haití,
me informó.
Mi sonrisa era mayor que la
sorpresa.
Me gusta esta nueva versión de tus historias, cortas. Me re gustan porque en muy poco tenes que concentrar algo interesante para describir o contar. I like it!
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